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Muchas empresas comercializan Bienes Raíces. Algunas, además,
poseen Buenas Raíces.
En 1916, la Argentina celebraba el primer centenario de su independencia.
Un joven corredor y martillero público, don Isaac Chaufan,
inauguraba su escritorio en la esquina de las calles Cangallo y 25
de Mayo, en el corazón del distrito administrativo y financiero
de la pujante capital del país.
La empresa, como los árboles de maderas nobles, creció
poco a poco regada por el espíritu emprendedor, la idoneidad
profesional y las férreas convicciones éticas de su
fundador, que sus hijos y nietos conservan y continúan hasta
hoy.
Las raíces del árbol que plantara don Isaac se extienden
1.700 km hacia el Sur, hasta la Patagonia: en 1982, la familia formada
por Santiago Bonomo, corredor y martillero público, y Susana
Rodovistki, una de las nietas de don Isaac, se radica en San Carlos
de Bariloche y funda Bonomo Propiedades. El mismo espíritu
de empresa, la misma idoneidad profesional, las mismas convicciones
éticas.
Nuestra meta será seguir siendo un estandarte de las inversiones
inmobiliarias, modernizándonos continuamente y enfocados a
las tendencias del mercado mundial.
Bonomo Propiedades seguirá efectuando sus operaciones con profesionalismo,
transparencia, compromiso, innovación y liderazgo abriendo
caminos en el mercado, señalando el rumbo por el que luego
transitarán los demás, brindando la máxima excelencia
en productos y servicios, anticipándonos a las necesidades
de los clientes y a las acciones de la competencia, persiguiendo un
fin económico sin olvidar nuestras responsabilidades sociales,
contribuyendo al desarrollo de la comunidad en la que operamos y de
la cual formamos parte.
Sabemos que el crecimiento de la compañía se sostiene
solamente si está fundado en la coherencia con los valores
que enuncia y en el desarrollo permanente de una conducta íntegra.
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